Cuando compramos una nueva vivienda, no siempre lo hacemos como vivienda a estrenar, sino que por diferentes circunstancias podemos comprar viviendas de segunda mano. En ellas, dependiendo del año de construcción es posible encontrarnos que las tuberías utilizadas sean de plomo. Es algo tan común que de aquí viene el nombre de plomero o plomería. Desde el año 1980, el uso de plomo está prohibido en tuberías ya que se ha demostrado que liberan plomo al agua que usamos y es altamente tóxico. Si la casa se construyó antes del periodo de 1970, lo más probable es que las tuberías sean plomo, a no ser que hayan sido cambiadas.
Por eso, una vez que se emprende una reforma en cocina o baño, lo primero que debemos hacer es cambiar tuberías por otras de materiales alternativos como el cobre o plásticos especializados como el PVC y PEX .
Efectos sobre la salud que las tuberías de plomo tienen sobre el agua de consumo:
Lo primero que debemos recalcar es que cualquier sustancia tóxica, es venenosa para la salud. El plomo por tubería hace daño a la salud tanto por su ingesta o contacto, en niños más pequeños, sobre todo.
- La tubería de plomo se deteriora por el tiempo de uso, causando que suelte residuos como el óxido que se une al agua, y puede lograr daños como diarrea, vómitos o algún desorden estomacal o intestinal grave.
- Aproximadamente un 2% de plomo en sangre en personas adultas, puede no provocar efectos importantes, no obstante, en los niños es muy probable que les provoque diversos problemas, por ejemplo en el sistema nervioso, y retardar su desarrollo en el aprendizaje físico-motor.
- En embriones o fetos puede provocar, problemas de discapacidades o desarrollo al nacer.
- En sujetos adultos pueden provocar infertilidad y padecimientos como la hipertensión.
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